Cuantos no hemos imaginado alguna vez a lo largo de nuestra vida, pero sobre todo en la infancia, lo que habrá al final del arcoíris. Pues yo me lo plantee más de una vez y en el cole hasta hice un relato corto sobre este tema, sólo porque era para un concurso de cuentos cortos, y gané el segundo lugar, si señores, y el premio? Os preguntareis ¡¡¡pues un libro de detectives!!! sólo tenía 7 años o así, nunca lo leí, lo confieso jejejeje.
Pues como siempre queda en un rinconcito por ahí guardado el gusto por esa combinación de colores tan primario, pero tan atractiva, no es de extrañar que cuando vemos un bizcocho con todos estas tonalidades, nos quedemos con las ganas de probarlo, pero ya!!!
Así que con un poquito de paciencia y tiempo nos disponemos un día cualquiera a probar y el resultado, más bonito, imposible.
Primero que nada debemos elegir una receta de bizcocho de vainilla, la de la abuela, de un libro de recetas, de internet, una caja de mezcla de las que venden en el super, con la que os sintáis más cómodos trabajando.
Debemos seguir, eso si, paso a paso la receta y no alterar la cantidad de ingredientes que nos establece, y así el resultado será el esperado.
Una vez terminado el proceso de preparación de la receta, debemos dividir la mezcla en tantas partes iguales, como colores vayamos a utilizar.
Luego elegimos de nuestro super cajón de los colorantes, colorantes en pasta o gel, para que al pintar la mezcla del bizcocho, los colores sean brillantes e intensos. Utilizar vuestra marca preferida y colorear cada parte de la mezcla con los colores seleccionados, yo he utilizado rojo, naranja, amarillo, verde y azul. Recordar que si algún color os falta, mezclar como en el cole colores primarios y obtendremos verdes, naranjas y lilas.
Ahora es el momento de decidir como hornear, si todos los colores juntos o por separado, en mi caso, lo he hecho por separado, y cada bizcocho estuvo en el horno a unos 160º C unos 20 minutos, pero esto dependerá del horno de cada casa. Engrasar y enharinar un molde y cuando veáis que el bizcocho se separa un poco de los bordes del molde y que al meter un palillo sale seco, ya está listo.
Si preferís hornear de una sola vez todos los colores, engrasar y enharinar el molde que vayáis a utilizar y agregar la mezcla por colores al molde, justo en el centro del mismo, de esta manera cada nuevo color irá «empujando» los colores anteriores hacia los bordes. Encontré una foto en internet que sirve como muestra de cómo es el resultado de esta opción, si os gusta más.
Luego para rellenar podemos preparar buttercream de vainilla, de queso crema, de nubes, etc., vuestra preferida, pero que sea blanca, y así lograremos un contraste entre los colores del bizcocho y el blanco del relleno, vistoso y alegre. Si habéis horneado cada color por separado, al rellenar el resultado será algo como el de la foto.
Al finalizar y con la misma crema blanca podéis cubrir el bizcocho.
Saquemos el niño que llevamos dentro y divirtámonos un rato con esta opción, a todos pero especialmente a los peques de la casa les encantará.