Ayer dejamos atrás el mes de agosto y con el se fueron los buenos días del verano, de playa, montaña, descanso, juegos, comidas más o menos ligeras, dormir tarde y levantarnos más tarde aún, en fin, todo lo que pueda significar para nosotros las vacaciones.
Pero es el momento de retomar las actividades diarias después de unas merecidísimas vacaciones, por lo que vamos a comenzar la jornada con una receta súper sencilla y sobre todo divertida, de esas que nos valen para compartir un buen rato con los peques de la casa o para sorprender a los seres queridos con un bocadito diferente.
Los ingredientes para hacer estas galletas los podemos encontrar en cualquier supermercado y con estas cantidades podemos hacer entre 15 y 18 galletas de unos 6 cm de diámetro.
También debemos prever que los ingredientes deben estar a temperatura ambiente al momento de hacer la masa de las galletas, por lo que hay que sacar la mantequilla de la nevera con la antelación suficiente para que se atempere, no vale derretirla al microondas:
Ingredientes:
- 125 gramos de mantequilla sin sal (debe ser mantequilla, no margarina)
- 125 gramos de azúcar glas
- 1 huevo talla M
- 1 cucharadita de azúcar vainillado
- 250 gramos de harina de trigo
Ahora nos ponemos manos a la obra.
Lo primero que debemos hacer es poner en el bol de la batidora la mantequilla con el azúcar glas y comenzar a batir, a velocidad baja o poner un paño encima de la batidora para que al darle velocidad a la batidora, no se nos haga de repente en la cocina, navidad en pleno septiembre.
Cundo se hayan integrado mantequilla y azúcar glas, debemos agregar el huevo y batir (yo estoy haciendo el doble de masa, por eso veréis 2 huevos en la foto)
Luego agregamos la cucharadita de azúcar vainillado y batimos un poco más
Ahora debemos dividir la harina en dos y agregar al bol una primera mitad y batir, hasta que esté completamente integrada a la masa.
En este momento cambiamos las varillas de la batidora a la varilla llamada de mariposa y agregamos el resto de la harina.
Mezclamos la totalidad de la harina y cuando esté lista hacemos una bola y la envolvemos en papel film. Esta masa debe reposar en la nevara por lo menos 1 hora. También podemos dejarla de una día para otro y así al cortar las galletas perderán menos forma al hornearlas.
Pasado el tiempo en la nevera, estiramos con un rodillo hasta que la masa tenga unos 4 milímetros de grueso (esto va a gusto de cada quien, si os gustan más gruesas o más finas las galletas) y cortamos las galletas con cortadores de galletas de la forma que queramos. En mi caso en forma de flor.
Horneamos por unos 12 minutos a 180º centígrados o hasta que el borde de las galletas esté dorado, el tiempo de horneado dependerá del tamaño, el grosor de las galletas y de si os gustan más blancas o más doraditas.
Una vez estén listas, las sacamos del horno y las ponemos a enfriar en una rejilla.
Cuando estén frías sólo toca poner a trabajar la imaginación y decorar a gusto. El resultado de las nuestras.