Esta tarta tan chula nos la pidieron para el dueño del Restaurante Angelita en Madrid.
Concentraba esos detalles que hacen que una tarta sea verdaderamente una “tarta personalizada”, la escultura del perro con alas, la zapatilla un poco desgastada, la plantita de hierbabuena, la coctelera y la copa, un disco de vinilo y por supuesto, el logo del Restaurante Angelita en la zapatilla.
Cuando quieras sorprender a un ser querido con una tarta totalmente personalizada, cuéntanos tu idea, que la haremos realidad en azúcar.